La mayoría inicial de los republicanos en la Cámara de Representantes se ha consolidado ahora en 220 votos, y el representante demócrata electo Adam Gray derrocó formalmente al representante republicano. John Duarte a partir del martes por la noche. Ese ya es un margen increíblemente pequeño, pero se hará cada vez más reducido.
Después de que algunos de los nominados esperados por el presidente electo Donald Trump abandonen la Cámara, se espera que el presidente Mike Johnson literalmente no tenga margen de maniobra, justo cuando los republicanos se embarcan en una ambiciosa agenda para aprobar un amplio paquete partidista sobre políticas. Y planean seguir con otro proyecto de ley partidista sobre impuestos y otras prioridades.
Si los miembros de Johnson se van antes de que se voten esos proyectos de ley, él no podría perder ni un solo voto con la asistencia total de la Cámara.
Hagamos cálculos: comenzamos con la mayoría oficial republicana de 220 escaños y la mayoría demócrata de 215 escaños. Ya es un espejismo, porque el ex representante. Matt Gaetz (republicano por Florida) ha dicho que no regresará para el 119º Congreso. Entonces eso cae a 219 escaños republicanos.
Entonces se avecinan salidas más rápidas. Representantes. Se espera que Elise Stefanik (R-N.Y.) sea rápidamente confirmada como embajadora ante las Naciones Unidas, lo que reducirá esa cifra a 218 escaños republicanos.
Lo mismo ocurre con el representante. Michael Waltz (republicano por Florida), quien se unirá al gabinete de Trump en un cargo que no requiere la confirmación del Senado. Así que son 217 escaños ocupados por el Partido Republicano.
Ahí está el margen real: 217-215, los republicanos ocupan la cámara. Y recuerde, si hay un empate en la votación, la legislación no se aprueba, por lo que Johnson no puede permitirse el lujo de perder a un solo republicano si los demócratas se oponen unánimemente a las medidas en el pleno.
Anteriormente analizamos algunos de los posibles bloques de dolores de cabeza que Johnson enfrentará cuando entre en la temporada de legislación práctica, con su agenda y la de Trump en juego. Los republicanos están prometiendo una unidad fuerte en este sentido, pero será increíblemente difícil cuando un solo miembro de la Cámara puede retrasar o descartar la legislación.