La administración Biden anunció el viernes que extendería el alivio temporal de la deportación de casi 1 millón de personas de El Salvador, Sudán, Ucrania y Venezuela, pocos días antes de que Donald Trump ingrese a la Casa Blanca con la promesa de restringir el programa.
La medida permite a las personas de estos países que actualmente tienen Estatus de Protección Temporal permisos renovar de trabajo y protecciones de deportación, extendiendo el programa para El Salvador hasta marzo de 2026 y Sudán, Ucrania y Venezuela hasta octubre de 2026. La designación TPS, creada por el Congreso en 1990, ha permitido a los presidentes de ambos partidos ofrecer un indulto legal a personas de países afectados por desastres naturales, conflictos armados u otras “condiciones extraordinarias y temporales”.
Se espera que la administración Trump reduzca la política a medida que el presidente entrante busca promulgar reglas de inmigración más estrictas y seguir adelante con deportaciones masivas. Si bien el secretario del DHS puede revocar las designaciones de TPS (siempre que el gobierno proporcione un aviso de 60 días), la decisión de Biden de extender las protecciones podría retrasar los intentos de Trump de poner fin a estas protecciones. Durante su primer mandato, Trump intentó poner fin a las protecciones del TPS para cientos de millas de inmigrantes, pero se vio obstaculizado por impugnaciones judiciales.
La medida de Biden del viernes no ofrece protección a los recién llegados, ignorando las peticiones de los defensores que han presionado por otra capa de protección contra los planos de deportación de Trump. La administración Biden tampoco emitió una extensión para los nicarguenses, cuyas protecciones se extenderán hasta julio de 2025.
Activistas y legisladores demócratas han presionado a la administración para que rediseñe y extienda estas protecciones antes del 1 de enero. 20. Pero los funcionarios de la administración han sido cautelosos a la hora de emitir una nueva designación temprana para Nicaragua y parecer como si estuvieran haciendo un movimiento político para esposar al equipo de Trump, según dos personas familiarizadas con las discusiones a las que se les concedió el