Cómo Una Larga Pelea Entre Oradores Podría Afectar La Capacidad De Trump Para Comenzar Su Próximo Mandato

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Si los republicanos no logran elegir un presidente el viernes, el caos resultante podría afectar dos de los momentos más cruciales consagrados en la Constitución: el 1 de enero. 6 de enero de las elecciones de 2024 y, si las cosas realmente se vuelven locas, la del 2 de enero. 20 toma de posesión del presidente electo Donald Trump.

Trump ha respaldado al presidente Mike Johnson para otro período al frente de la Cámara y ha indicado en privado que no quiere que los republicanos retrasen sus prioridades con una lucha prolongada por los presidentes. Pero el inquieto flanco derecho de Johnson está considerando oponerse a él de todos modos, y la Cámara está esencialmente congelada hasta que elija un presidente. Por lo tanto, si la elección para presidir la Cámara se retrasa significativamente, tendrá un efecto en cascada que podría alterar la transferencia de poder de Joe Biden a Trump de maneras impredecibles.

“No creo que Trump tenga ningún interés en alterar la [certificación]. Y por eso habrá mucha presión para coordinar a alguien sin una lucha prolongada”, dijo Matthew Glassman, un ex miembro del personal de Hill que ahora estudia los procedimientos del Congreso como investigador principal en el Instituto de Asuntos Gubernamentales de la Universidad de Georgetown.

Los expertos constitucionales y del Congreso han imaginado varios escenarios que podrían resultar, dependiendo de la duración de la batalla. Aquí hay un vistazo a algunos de los escenarios y detalles a observar en caso de que esta pelea entre en territorio inexplorado:.

Un presidente temporal Si queda claro que Johnson no puede ganar el mazo, los expertos del Congreso dicen que el camino menos caótico para la Cámara sería elegir un presidente temporal o “interino”.

“Ene. El sexto sirve como un respaldo obvio para la elección del presidente. Pero no del todo”, dijo el jueves Brendan Buck, ex asistente de dos portavoces del Partido Republicano. “Podrían simplemente aprobar una resolución que coloque a alguien en la presidencia con el propósito de supervisar la sesión conjunta por un tiempo limitado, y luego volver al debate de los oradores”.

Esta persona tendría la tarea de tomar juramento a todos los miembros entrantes de la Cámara, adoptar procedimientos para regir la certificación de las elecciones de 2024 y convocar a la Cámara el 1 de enero. 6 para que los legisladores puedan reunirse para contar los votos del Colegio Electoral, finalizando la victoria de Trump.

Una vez certificada la elección, la presidencia interina finalizaría, lo que facilitaría la elección de un presidente permanente. La mayor pregunta sobre este camino es si el propio Johnson lo apoyaría. Sus aliados han estado argumentando que debe ser elegido presidente para garantizar que no se retrase la certificación de Trump como presidente. Si respalda un puesto de presidente interino, inmediatamente pierde esa influencia.

Convocatoria de la sesión conjunta En los años de transición presidencial, el Congreso utiliza su primer día para adoptar procedimientos que regirán las elecciones del 1 de enero. 6 sesiones conjuntas para certificar los resultados electorales. Estos procedimientos, que tradicionalmente han sido adoptados tanto por la Cámara como por el Senado, vinculan a ambas cámaras con las leyes federales que rigen la transferencia de poder.

Una apertura caótica de la sesión de 2025 de la Cámara podría amenazar su capacidad para aprobar esos procedimientos, creando otro signo de interrogación en torno a la certificación de las elecciones.

Hasta ahora, los líderes de ambas cámaras se han negado a comentar sobre el estado de sus esfuerzos para adoptar procedimientos para la sesión conjunta, pero si Johnson no logra reunir suficientes votos para reclamar la presidencia el viernes, el destino de estos procedimientos podría ser el 6.

El escenario más salvaje El resultado más extremo y caótico máximo de esta batalla es una lucha prolongada por la presidencia sin un tutor, una pelea que se prolonga hasta enero que amenaza la toma de posesión.

La mayoría de los expertos esperan que la cámara se haya puesto manos a la obra para entonces, aunque sólo sea para evitar este escenario preciso, pero dado el caos de la cámara, es difícil descartar algo.

Sería una lucha de poder sin precedentes que orientan los resultados. La letra de la Constitución dice que el mandato de Biden termina el 1 de enero. 20 al mediodía, y si no hay un certificado de sucesor para asumir el cargo, el puesto recaería en la primera persona en la orden de sucesión presidencial. Sin un orador, este sería el presidente pro tempore del Senado, que se espera sea Chuck Grassley, de Iowa, de 91 años, el miembro republicano de mayor rango del Senado.

Es difícil imaginar que los republicanos en el Congreso permitan que se llegue a este punto, negando potencialmente a Trump el regreso triunfal que anhela y retrasando –si no descarrilando– el inicio de su presidencia. Al igual que la presidencia interina, esta podría de hecho ser una presidencia interina hasta que el proceso facilite el regreso de Trump al cargo.

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