Sen. Marco Rubio, de Florida, elegido por el presidente electo Donald Trump para ser secretario de Estado, prometió el miércoles que la “máxima prioridad” de Estados Unidos. La política exterior “será Estados Unidos”, como describe la historia de su vida y sus objetivos si se confirma que es el principal diplomático de Estados Unidos.
En sus declaraciones ante sus colegas del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Rubio destacó que bajo Trump y él, el Departamento de Estado propondrá políticas que hagan que Estados Unidos sea “más próspero” y eviten errores del pasado en los que “Estados Unidos continuaron”.
Rubio, que permaneció en el Senado hasta que fue confirmado, recibió una respuesta cordial y amistosa del panel de política exterior. Tanto el principal republicano, el presidente Jim Risch de Idaho, como la principal demócrata, la miembro de mayor rango Jeanne Shaheen de New Hampshire, coincidieron en que Rubio está calificado para ocupar el puesto y ofrecieron elogios e historias positivas de sus experiencias laborales con él. Risch también hizo bromas al comienzo de la audiencia.
Sin embargo, Rubio también se enfrentó a abucheos iniciales. Los manifestantes pacifistas lo criticaron como partidario de las “guerras eternas”.
En respuesta a una protesta en español que lo acusaba de “matar a los niños de Nicaragua, Venezuela y Cuba”, Rubio bromeó: “Recibo protestas bilingües”.