CHICAGO – El gobernador de Illinois. JB Pritzker dijo que está abierto a trabajar con el nuevo zar fronterizo del presidente electo Donald Trump, pero dijo que era escéptico de que el funcionario entrante tuviera la “autoridad” para hacer todo lo que decía.
“Ser un zar fronterizo no es una posición oficial en el gobierno, y dependerá del Presidente de los Estados Unidos y de los líderes de la Aduana y la Patrulla Fronteriza tomar decisiones sobre cómo gestionaremos la frontera”.
El zar fronterizo entrante de Trump, Tom Homan, visitó Chicago el lunes y dijo que tanto Pritzker como el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, “apestan” por sus comentarios sobre no trabajar con agentes federales en las deportaciones. Illinois es un estado santuario y Chicago es una ciudad santuario, lo que significa que existen leyes y ordenanzas que impiden que las autoridades locales trabajen con ICE.
Homan habló en una reunión del Partido Republicano en Chicago y dijo que la ciudad sería la zona cero de “la operación de deportación más grande que este país haya visto jamás”.
Pritzker desestimó los comentarios de Homan como retórica política, pero dijo que debería “servir a los demócratas y republicanos”. Si tomas un puesto en el poder ejecutivo, sirves a todo el pueblo de Estados Unidos”.
Pritzker dijo que está de acuerdo en que “los criminales violentos que son indocumentados y condenados por delitos violentos deben ser deportados”. Claro, tal como lo hago todos los días con las autoridades federales y estatales en otros asuntos”.
Trump también ha prometido traer unidades de la Guardia Nacional para ayudar en los esfuerzos de deportación de la nueva administración. Pritzker dijo que rechazaría cualquier intento de utilizar la Guardia Nacional de Illinois para ayudar a ICE, y que rechazaría unidades de la Guardia de otros estados que vengan a Illinois.
“No creo que debamos enfrentarnos a la Guardia Nacional de un estado contra otro”, dijo Pritziker. “Creo que eso es antiestadounidense”.