Un grupo de obstáculos está haciendo sonar la alarma sobre la posibilidad de que el presidente electo Donald Trump nomine al representante. Lori Chávez-DeRemer, candidata a Secretaria de Trabajo, centrándose en el apoyo del republicano de Oregón a una legislación que ha sido una de las principales prioridades de los sindicatos.
“La Ley PRO privaría a los empleados de su derecho a un voto secreto y de su privacidad en las elecciones de representación sindical”, dijo en un comunicado Kristen Swearingen, presidenta de la Coalición por un Lugar de Trabajo Democrático.
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“También impondría una responsabilidad demasiado amplia por el ’empleo conjunto’, limitando las oportunidades para las pequeñas empresas y los empresarios, y crearía estándares rígidos para los contratistas independientes, socavando la capacidad de los trabajadores para trabajar de forma independiente”.</p
Chávez-DeRemer surgió como una posible elección para encabezar el Departamento de Trabajo después de que fuera respaldada por el presidente de los Teamsters, Sean O’Brien, y algunos de sus compañeros legisladores republicanos, informó POLITICO el martes.
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Fue una de las únicas republicanas que respaldó la Ley PRO y recibió el respaldo de algunos de los principales sindicatos de su estado en su reciente candidatura a la reelección, que perdió por poco ante el representante estatal demócrata. Janelle Bynum.
Si el presidente electo Donald Trump la eligiera para secretaría de Trabajo, sería un claro alejamiento de los funcionarios laborales favorables a los trabajadores que trabajaron durante su primera administración.
Además de la Ley PRO, Chávez-DeRemer también copatrocinó una legislación que facilitó la negociación colectiva para los trabajadores de seguridad pública.